Tasacion De Empresas

Tasación de empresas tras la pandemia

El tema de la valoración de empresas es más común de lo que pudiera parecer a priori en el mundo de las finanzas y los negocios. Cuando pensamos en una tasación nos imaginamos mucho antes una estimación de valor de una vivienda o un cuadro que, en una sociedad, pero se realizan cientos de valoraciones de empresas a diario en España.

La valoración empresarial se realiza normalmente cuando una empresa busca vender la totalidad o una parte de sus acciones, busca fusionarse o adquirir otra sociedad.

La tasación de una empresa es el proceso de determinar el valor actual del negocio, utilizando medidas objetivas y evaluando todos los aspectos del negocio.

Esa valoración puede incluir un análisis de la gestión de la empresa, su estructura de capital, sus perspectivas de ganancias futuras o el valor de mercado de sus activos. Las herramientas utilizadas para la valoración pueden variar entre tasadores, pues no hay un único método universal.

Pese a que no existe solamente un método, hay diferentes enfoques comunes para la valoración empresarial que incluyen aspectos básicos, como por ejemplo una revisión del estado financiero de la organización. Sin un estudio minucioso de las cuentas de la empresa no se sabrá realmente cómo es la situación de liquidez, de gastos e ingresos, etc.

¿Qué aspectos afectan a la valoración empresarial?

Si bien hay algunas partes de un negocio que pueden valorarse fácilmente, siempre habrá activos intangibles que sean más complicados. Más allá de las acciones y los activos fijos, como pueden ser unos terrenos o un vehículo de empresa, que son tangibles y relativamente fáciles de tasar, pues tienen un valor claro, también hay que considerar otro tipo de elementos que no son materiales:

  • La reputación de la empresa: la historia, los hitos empresariales, la relación con los clientes, la calidad de los trabajos realizados… Todo ello es un sumatorio constante que tiene como resultado una reputación. La idea, percepción u opinión que tiene la gente, la competencia y la sociedad en general sobre una empresa es relevante para determinar su valor real. Es un concepto demasiado importante como para no tenerlo en cuenta.
  • El valor de los clientes de la empresa: también podemos decir que una empresa es lo que valen sus clientes, pues sin ellos no existiría. La cartera de clientes es un elemento muy importante a la hora de valorar una sociedad, se trata del alimento de la propia empresa. El valor de negocio de las relaciones entre clientes y organización debe ser ponderado en su justa medida a la hora de realizar una tasación.
  • Las marcas comerciales de la empresa: una empresa vale lo que vale su marca. Las personas somos de marcas, nos gusta identificarnos con empresas que muestran valores que nos resultan llamativos. Por eso la reputación es tan importante y, por eso, las empresas gastan infinidad de recursos en mantener una buena reputación. Ya no solo hablamos de las multinacionales, cualquier comercio de barrio, cualquier pyme, se esfuerza día a día en conseguir forjar una marca para vincular el negocio con conceptos como confianza o seriedad.
  • La edad del negocio: los años en activo también tienen que ser considerados en el informe de valoración pues pueden ser clave para entender una situación empresarial. Una startup, en sus primeros años de vida, tiene pérdidas derivadas de una inversión en personal e infraestructura que esperan compensar a corto plazo. De nada sirve centrarse en los aspectos económicos en estos casos, pues el potencial está fuera de los informes contables.
  • La fuerza de la plantilla: evidentemente, el talento que posea en ese momento la empresa a tasar es importante a la hora de valorarla.

Valoración de negocios tras la pandemia

Como se puede ver, estos activos intangibles que acabamos de analizar hacen que sea bastante difícil alcanzar una valoración precisa, y más aún si lo hacemos desde una perspectiva actual, con el paso de una pandemia que ha hecho cambiar todo de golpe.

Lamentablemente, muchas empresas han tenido que cerrar durante el último año y medio debido a la situación tan extraordinariamente compleja que se ha vivido desde comienzos del año 2020. No han tenido el músculo financiero suficiente como para aguantar los meses de confinamiento o la caída tan drástica de ventas.