Los locales comerciales son sin duda alguna uno de los elementos dentro del mercado inmobiliario que más se ha visto afectado por la pandemia.

En muchas localidades se ha incrementado un 40% la oferta de locales en los últimos meses, lo que desequilibra por completo la ley de oferta y demanda y provoca que el mercado no esté ajustado.

Una solución puede ser que los propietarios de esos locales bajen los precios de alquiler o venta para que, de un modo u otro, nuevos comerciantes, hosteleros o empresarios puedan acceder a pagar cifras que se ajusten a sus presupuestos. Porque realmente la crisis económica derivada del coronavirus ha sido la puntilla a muchos negocios que estaban totalmente ahogados por rentas estratosféricas, sobre todo en las calles principales de ciudades importantes.

La imagen de una calle con locales llenos de carteles de “se alquila”, “se vende” o “se traspasa” es nefasta para cualquier ciudad. Los bajos comerciales llenos de negocios son sinónimo de riqueza, prosperidad y un ecosistema de comercios activo y próspero. Además, supone un claro daño hacia aquellos negocios abiertos.

Hay que seguir adelante

Como decimos, es plenamente natural entender que la pandemia y sus consecuencias han tenido que ver directamente en este cierre de negocios y aumento de locales vacíos. Pero si algo nos ha enseñado la historia es que nos adaptamos a todo. Como especie, el ser humano y el resto de los animales y plantas, estamos programados para adaptarnos a las circunstancias que nos lleguen. Así ha sido durante toda nuestra existencia y así será en el futuro.

La pandemia por COVID-19 es un escalón más en el eterna escalera que nos guía como Humanidad y el carisma de cada uno de nosotros nos hará levantarnos de nuevo, ser mejores, aprender de los errores, apostar por el futuro y mirar hacia atrás sabiendo que hay que aprender día a día.

Está claro que ha sido un golpe duro para todos, en lo personal y en lo profesional. Y que muchas familias se han visto afectadas por esta pandemia. Quizá las personas con negocios que no han podido soportar los confinamientos y la falta de actividad pueden reinventarse en otras tareas y ambientes laborales.

Volviendo al mercado de los locales, existe un claro desequilibrio entre los que tienen un bajo comercial o una nave industrial y los que pueden acceder a ella.

Pero independientemente de que los propietarios de estos espacios decidan a bajar los precios de alquiler, ¿qué se puede hacer con un local vacío?

Alternativas a locales vacíos

En este foro hemos hablado ya en alguna ocasión de este conflicto. Una de las alternativas que grandes empresas o startup del mercado de la distribución están valorando, es la ocupación de estos espacios para convertirse en almacenes express o, como se denomina en inglés, las black stores.

En los últimos tiempos hemos visto como ha aparecido un nuevo segmento dentro de la distribución de alimentos: los riders. Personas que entregan comida (o cualquier otro producto) a domicilio a cualquier hora del día. Estos repartidores trabajan con grandes empresas que tienen aplicaciones móviles con las que el usuario final puede hacer sus pedidos.

Dentro de este mercado hay una gran guerra entre las marcas presentes para llegar lo antes posible al comprador. Por eso estas empresas están adquiriendo locales, en su mayoría grandes, para usarlos de mini almacenes de los productos que estos riders entregan. A más locales de este tipo, más posibilidad de entregar el pedido en un tiempo menor y, por tanto, mejor imagen de cara al consumidor.

Pero estas black stores no son las únicas opciones que tienen los negocios para poder reducir el stock de locales vacíos, otra alternativa está en construir trasteros, plazas de garaje o incluso, y dependiendo de las características, una vivienda.