Tiendas Oscuras

Las tiendas oscuras como salida al alto stock de locales

Además del mayor problema sanitario de nuestra era, la pandemia por COVID-19 ha provocado un terremoto social, económico y financiero sin precedentes.

Una transformación o, mejor dicho, una aceleración de cambios ya iniciados hace años pero que en su gran mayoría aún estaban introduciéndose en nuestras vidas. Hablamos, como no, del teletrabajo, de los pedidos de comida a domicilio, de las compras online. Es decir, de todo aquello que esté relacionado con el evidente avance tecnológico que vivimos día a día y que facilita hacer cualquier tipo de acción gracias a Internet en cualquier lugar.

Las restricciones a la movilidad y el miedo a los contagios hicieron mella en miles de negocios. Sin prácticamente gente por las calles, sin paseos, sin actividad en los grandes centros de población el pequeño comercio estaba viendo como la situación iba, inequívocamente, convirtiéndose en insostenible.

Los pequeños negocios que habían vivido siempre del trasiego de gente por las calles dejaron de golpe de disponer de su clientela y, por tanto, de su sustento.

Durante el año pasado vimos un constante goteo de negocios que tuvieron que cerrar porque era del todo imposible. Ya no solo hacer rentable la empresa, sino minimizar pérdidas. El no generar ingresos provocó que los costes fijos, como el alquiler de locales, fueran una losa demasiado pesada como para que todos la pudieran aguantar.

Todo esto nos lleva a que miles de locales se vendieron. Primero para deshacerse de un activo que perdía valor cada día que pasaba y, segundo, para conseguir liquidez. De ese modo, en España, el stock de locales comerciales se incrementó como nunca, provocando un claro desajuste entre la oferta y la demanda.

Que un activo inmobiliario eleve su oferta casi un 40% (incluso más en algunas ciudades) hace que, tarde o temprano, el mercado se ajuste con una bajada de precios.

¿Y ahora? ¿Qué pasará con los locales cerrados?

Esta masiva venta de locales ha provocado que la industria se haya tenido que reinventar. Los locales se están convirtiendo en otros negocios, en trasteros, en garajes o incluso en viviendas. Solo así se puede hacer frente a ese desajuste del que comentamos: el modelo ha de cambiar.

Un modelo que tiene como fuerte punto de apoyo la transformación digital. Nuevos negocios, y por tanto nuevas necesidades, han ido desarrollándose en los últimos años e la pandemia ha acelerado su implementación.

Las compras online de comida, ya sea la cesta de compra tradicional o platos ya elaborados y listos para degustarlos es ya una parte importante del comercio electrónico. Las transacciones del sector alimentario crecen cada año más para consolidarse como un mercado clave tanto para productores y distribuidores como para los inversores. La aparición de nuevos modelos de negocio dentro del sector añade una alternativa a estos locales vacíos por todas las ciudades de España.

Las tiendas oscuras o “dark stores”

Que te entreguen un producto en Madrid y en menos de una hora requiere de una logística increíble. Tradicionalmente los centros logísticos se asentaban en las afueras de las ciudades por la necesidad de disponer de una superficie enorme para almacenar los cientos de miles de productos a distribuir.

Pero ahora el panorama a cambiado. Las necesidades de los consumidores evolucionan y piden inmediatez. Las empresas, conociendo muy bien las tendencias de las personas ofrecen esas rápidas entregas como reclamo. Para conseguirlo, ya no basta con tener muchos repartidores, sino que hay que disponer de varias tiendas repartidas estratégicamente por las ciudades que sean capaces de cubrir las necesidades de una gran zona de población.

El término de tiendas oscuras les viene porque no necesitan mucha luz pues no está orientada al cliente final, sino a ser un almacén. Almacenes, muchos de ellos, organizados ya mediante procedimientos robóticos autónomos, por lo que la luz deja de ser necesaria.

El modelo de las “dark stores” seguramente haya venido para quedarse puesto que cubre esa necesidad de ajuste entre la demanda y la oferta del mercado de locales. En los próximos meses y años veremos como este concepto se incrementa con el objetivo de satisfacer las necesidades de un público que, en general, pide una inmediatez en las entregas cada vez más alta.