Lo esencial de la arquitectura brutalista
A mediados del siglo pasado, aproximadamente en 1950, surge como alternativa al movimiento arquitectónico moderno, una nueva forma de concebir edificios.
Hace unos 70 años nace pues el denominado brutalismo como un estilo arquitectónico propio y muy peculiar, durando dos décadas hasta, más o menos, los años 70.
Origen y características básicas
Para entender el origen y desarrollo de este característico estilo de arquitectura, hay que tener en cuenta diferentes conceptos.
Uno de ellos es el concepto Béton brut. El hormigón crudo, así es traducido del francés, es la base del movimiento brutalista, que utiliza ese material como principal sustento, tanto estructural como visualmente.
Otro elemento clave es, sin duda, el primer edificio que se considera asociado al movimiento brutalista. El llamado Unité d’Habitation o, en castellano, Unidad de Habitación.
Al ver este edificio singular de Marsella, la tendencia y uso del hormigón y de otras características básicas como la facilidad de su construcción o el bajo coste que suponían, se expandió por todo el mundo, llegando incluso a América.
Un edificio de este estilo es claramente diferenciable de cualquier otro. Su fachada de hormigón, de diseños simples y repetidos; su apuesta por las formas geométricas de ángulos rectos, como cuadrados y rectángulos, y su estética áspera y en muchos casos triste, son indudablemente característicos.
En definitiva, se trata de edificios poco atractivos, que repiten patrones geométricos simples y que están realizados con materiales de poco coste, abaratando su construcción al máximo.
¿Por qué dejó de interesar la arquitectura brutalista?
En la década de los 70, cerca ya de 1980, este estilo comenzó su decadencia. Los arquitectos y la gente en general verían los edificios brutalistas como algo de otro tiempo. Su estética, con sus típicas planchas de hormigón, fue deteriorándose con el tiempo y dejaba un aspecto bastante desastroso.
¿Está regresando el brutalismo?
Quizá sea pronto para hablar de un neobrutalismo, pero sí que puede ser cierto que se ha generado una tendencia de positivismo en torno a este estilo arquitectónico tan detestado en las últimas décadas.
Era tal la mala fama de los edificios bajo el brutalismo que muchos se demolieron.
Es posible que vuelva. Realmente las modas son cíclicas y si han vuelto otras cosas de hace 40 o 50 años… todo es posible.
Edificios representativos de la arquitectura brutalista
Dentro de este movimiento hay edificios icónicos. Destacan, por ejemplo, el edificio del Banco de Londres y América del Sur, la Biblioteca nacional de Buenos Aires, el Royan Nation Theatre de la capital británica, la peculiar Habitat 67 de Montreal, en Canadá; también en el país americano, pero esta vez en Toronto, podemos encontrar el Robarts Library; en España Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
Como se puede ver, un gran número de edificios por todo el mundo han tenido la influencia de este estilo corto en el tiempo, pero muy particular. Quizá, como hemos mencionado, vuelva a ponerse de moda el uso del hormigón y las formas simples y repetidas en la arquitectura…