Las diferencias entre tasación y precio de una vivienda
El mercado inmobiliario posee multitud de términos que pueden parecer lo mismo, pero realmente significan cosas muy diferentes.
Queriendo acercar al público general y menos experto en el sector inmobiliario la jerga de la tasación, hemos creado un glosario de términos donde paulatinamente vamos actualizando el listado de palabras.
Pero hay algunos términos que requieren de una explicación más profunda que su mera definición, pues como decimos, pueden verse confundidos por otros similares, pero que no iguales en su naturaleza.
El valor hipotecario y el valor de mercado son dos de esas palabras tan comunes como fundamentales en el sector inmobiliario. Es, precisamente sobre ellas, donde se sustenta la actividad propia del tasador profesional y las acciones de compra venta de viviendas, terrenos, antigüedades o cualquier otro activo potencialmente vendible.
Hace unos meses, en este mismo foro, hablábamos de las definiciones y diferencias de ambos términos. Siguiendo con el hilo de la conversación, hoy vamos a profundizar más en los aspectos propios de su aplicación, uso y veremos como son dos de los elementos claves en cualquier negociación de compraventa de inmuebles.
La diferencia entre el valor de mercado y el valor de tasación es la cifra de trato
La mejor manera para entender las cosas, sobre todo en el ámbito del mercado inmobiliario, es con un ejemplo.
Supongamos que Iván quiere comprarle a Pepe una casa en un terreno rural. La vivienda, ya construida hace décadas, pero reformada hace pocos años, consta de dos plantas, terraza y otra serie de elementos que la hacen muy especial y atractiva para cualquier comprador interesado en alejarse de las grandes urbes y retirarse a la tranquila montaña.
Iván, como comprador, propone un precio: 30.000€. En cambio, Pepe, el actual y todavía propietario lo ve muy por debajo de sus expectativas y de lo que realmente cree él que vale la casa. Pepe pide 80.000 € por venderle la casa que fue suya y antes de sus padres a Iván.
Al no llegar a un primer acuerdo, deciden solicitar una tasación de la vivienda. Recordemos que en España solamente las sociedades de tasaciones homologadas por el Banco de España pueden realizar de manera oficial este tipo de valoraciones. La empresa de tasación acude a la zona y comienza su valoración. El resultado de la tasación oficial de la casa cifra su valor en 55.000€.
Como vemos es un valor intermedio entre lo que Pepe esperaba obtener y lo que Iván propuso en un primer momento.
Tras varias conversaciones, altos y bajos en las negociaciones y hasta un conato de enfado el acuerdo se cierra. El cambio de propiedad de la vivienda de Pepe a Iván se cierra en 60.000€.
Resumiendo:
- Precio del comprador: 30.000€
- Precio del vendedor: 80.000€
- Valor ofrecido por la sociedad tasación oficial: 55.000€
- Precio final de la vivienda: 60.000€
¿Por qué no coincide ningún valor?
Como en casi todas las negociaciones existe diferencia, grande o pequeña, entre lo que el comprador quiere pagar y lo que el vendedor espera obtener. En el ejemplo anterior, los dos agentes de la transacción no pudieron llegar a un acuerdo sobre el precio de venta, por lo que tuvieron que llamar a un tercero: la sociedad de tasación.
Pese a ello, el precio de venta final no fue el mismo que el de tasación. El motivo principal es que, aunque a nivel técnico, arquitectónico y de infraestructura la cifra fue de 55.000€, para Pepe existía el elemento emocional, además del trabajo que le llevó la reforma, pues la hizo por sí mismo. Estos dos factores hicieron que Iván asumiera que tendría que pagar un poco más del valor de tasación oficial.
Como se puede ver en este simple ejemplo, las tasaciones oficiales y los precios de venta suelen acercase bastante, es por ello que son tan necesarias y fundamentales para la actividad dentro del sector inmobiliario.