Es un elemento complejo, pero inevitablemente esencial para ordenar las diferentes edificaciones que nos permiten vivir en nuestro día a día.

Como no queremos profundizar en términos legales ni muy técnicos, intentaremos responder a preguntas que todo el mundo puede llegar a hacerse cuando piensa en este concepto de plan urbanístico.

Volvemos al título del artículo: ¿qué es un plan urbanístico?

Se puede definir como un documento oficial en el que se plasma la gestión de espacios y se clasifica el suelo. Es la fórmula óptima para organizar grandes extensiones de territorio y la manera de crecer de las urbes más eficiente.

¿Es necesario esta planificación del territorio?

Este tipo de planteamientos han servido, en muchas ocasiones, para conseguir organizar el crecimiento de ciudades de manera más que eficiente. Es, por tanto, de vital importancia. Otra cosa, claro está, es su planteamiento y ejecución, pero en manos de personas sensatas es claramente un elemento necesario.

¿Quién los crea?

En España, se denomina Plan general de Ordenación Urbana (PGOU) y es responsabilidad y tarea de las comunidades autónomas su gestión y tratamiento. Es decir, las competencias de los planes urbanísticos en nuestro país no están en el Gobierno central, sino en los autonómicos.

¿Dónde tienen su origen?

Los romanos fueron los grandes impulsores del concepto de urbanismo. Pero obviamente no fueron los primeros en ordenar los edificios y otras construcciones del ser humano. Desde los primeros asentamientos del hombre antiguo existe una forma, más o menos pensada y estudiada, de ordenar, de una manera eficiente y segura, a todos los integrantes del grupo.

Pero volviendo a los romanos, estos fueron quienes impulsaron en gran medida los planes de urbanismo en las grandes localidades antiguas. La construcción de calzadas era un elemento indispensable para conectar las ciudades del imperio y, dentro de ellas la organización cogía hace más de 2.000 años un significado diferente al que existía previamente.

Las ciudades eran el centro económico, cultural y político de la época y era muy importante su infraestructura. Su red de alcantarillado y limpieza, el abastecimiento de agua por canales y acueductos y su clara vocación social y comercial en forma de foros, teatros y mercados son las semillas de lo que vemos en nuestros días.

La ciudad debía ser el centro de todo, el punto de referencia de la sociedad y del poder. Si lo pensamos un poco, más o menos como ahora.

¿El urbanismo es una ciencia?

No tanto. Pero no por eso deja de ser importante. Se trata de un conjunto de conocimientos que tienen como objetivo la planificación de los suelos, mayoritariamente urbanos, para optimizar los espacios y su rendimiento.

¿Qué más materias hay relacionadas con los planes urbanísticos?

Quizá una de las interesantes y extendidas sea el derecho urbanístico. Rama del Administrativo que concentra las normas jurídicas de la ordenación urbanística del territorio y hace hincapié en las diferentes tipologías de suelo, sus usos y, sobre todo, sus propietarios.

Un ejemplo para entenderlo todo mejor: el ensanche de Barcelona

En España tenemos uno de los ejemplos más claros de planes urbanísticos. El ensanche de Barcelona fue la solución ideal para organizar el crecimiento de la ciudad condal. Diseñado por Ildefonso Cerdá, un ingeniero de caminos, el plan de finales del siglo XIX se basaba en manzanas cuadradas con claros ejes delimitando cada edificación.