¿Qué es el patrimonio cultural industrial?
A lo largo del de los últimos 200 años en España se han ido construyendo infraestructuras enfocadas al sector industrial que, hoy en día, se van transformando en parte del Patrimonio Cultural nacional.
Para el Instituto del Patrimonio Cultural de España el patrimonio industrial es “el conjunto de los bienes muebles, inmuebles y sistemas de sociabilidad relacionados con la cultura del trabajo que han sido generados por las actividades de extracción, de transformación, de transporte, de distribución y gestión generadas por el sistema económico surgido de la “revolución industrial”.
Un paso por la historia
Nos vamos a mediados del siglo XVIII. España es un país que basa su economía en el sector agrícola y en el mercantilismo y la revolución industrial iniciada en Inglaterra unos años antes tendrá una instauración más lenta de lo normal en nuestro país.
España se industrializa poco a poco, principalmente, porque no hay dinero. Ni bancos. Y sin gente rica ni empresas que pueden prestar ese dinero no se podían crear empresas que impulsaran la industrialización y fabricación de productos. Si a esto le sumamos que el impulso de la creación de empresas en aquella época era mucho más reducido que la media europea podemos entender, de manera sencilla y clara, que el proceso de industrialización de nuestro país fuera más lento que los pioneros ingleses, por ejemplo.
La llegada al trono de Isabel II de Borbón, hija de Fernando VII, aceleró el proceso y, gracias a financiación externa, España fue avanzando en el proceso de industrialización del país.
Se crean grandes instalaciones industriales donde se fabricaban objetos de lujo como los tapices, las figuras de porcelana o cristal, principalmente de cara satisfacer los caprichos de reyes y gente poderosa. Se denominaron manufacturas reales o reales fábricas.
También se fomentó la producción de tabaco, el crecimiento del sector algodonero y textil, la siderurgia y metalurgia en la cornisa cantábrica, desde Asturias hasta el País Vasco pasando por Cantabria. Los yacimientos de carbón de León y Asturias fueron un punto clave para el avance de este avance industrial.
La construcción del ferrocarril también consumió recursos, tiempo y trabajo durante mediados del siglo XVIII.
Aunque a esa primera revolución industrial le seguirán otras dos y posteriormente, ya en el siglo pasado, se fomente por parte de la administración la construcción de carreteras y presas, es a mediados del XVIII donde todo surge.
La importancia de preservar el patrimonio cultural industrial
Volviendo a la actualidad, tras repasar la historia de la revolución industrial española y poner en antecedentes al lector, es importante haber conseguido mantener la riqueza de una época de cambios y evolución para toda la sociedad.
Gracias a esos medios de transporte, a los nuevos procesos de producción y a las infraestructuras que se construyeron dentro del ámbito industrial tenemos las urbes actuales. El patrimonio cultural industrial de nuestro país refleja un cambio a nivel europeo increíble, el paso de una economía basada en la agricultura a una basada en la producción de artículos de consumo. En nacimiento del mismo capitalismo que hoy tanto da que hablar.
La revolución industrial transformó lugares, paisajes, personas… Pero sobre todo transformó un país, un continente, en una máquina de producir en masa. Por eso es tan importante su conservación y estudio. Nos ayuda a entender una época claramente fundamental para la historia y como esos cambios afectaron a la estructura social de esos años.
Los planes de actuación del Instituto del Patrimonio Cultural Español para la protección de este tipo de patrimonio son muy relevantes y han de continuar en con el paso del tiempo.
Patrimonio cultural industrial en Asturias
Dentro de las diferentes categorías de clasificación del patrimonio encontramos bienes inmuebles, muebles e inmateriales.
Se consideran 10 infraestructuras asturianas como parte del patrimonio cultural industrial según el IPCE:
- La Fábrica de gas y electricidad en la ciudad de Oviedo.
- El paisaje minero del Valle de Turón, pozo Santa Bárbara. Mieres.
- El salto y central hidroeléctrica, en la localidad de Grandas de Salime.
- El paisaje minero industrial de Arnao, castillete de la Mina de Arnao. Castrillón.
- La fábrica de Armas de Asturias: La Vega y Trubia. En Oviedo.
- El Pozo Sotón. San Martín del Rey Aurelio.
- El conjunto industrial de Ensidesa. Avilés, Corvera y Gozón.
- La fábrica de Sidra El Gaitero. Villaviciosa.
- La estación del Norte. Gijón.
- El pozo San Luis. Langreo.
En este mapa interactivo del IPCE se puede leer y ver de una forma muy clara e ilustrativa donde está cada punto de interés.
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