arquitectura bioclimatica

Arquitectura bioclimática

En los últimos tiempos, la arquitectura empezó a incluir elementos ecológicos y sostenibles en la práctica, hasta el punto de que surgió una nueva tendencia dentro de la profesión. La arquitectura bioclimática busca unir la construcción con la eficiencia energética, considerando la integración de los espacios exteriores y la comodidad de los habitantes.

¿Qué es la arquitectura bioclimática?

La arquitectura bioclimática puede ser definida como la práctica de diseño y construcción de edificios que considera las condiciones ambientales y las utiliza en beneficio de los usuarios. El término “bioclimático” hace referencia a la relación que existe entre el clima y los seres vivos.

Por esa razón, esta tendencia estudia las condiciones climáticas del entorno donde se construirá un edificio considerando los elementos para aprovechar al máximo los recursos disponibles. Esta metodología busca ser sostenible.

Elementos básicos de la arquitectura bioclimática

Las bases de esta tendencia son variables, ya que no es lo mismo construir un edificio en Barcelona que en el Sáhara. Sin embargo, es posible establecer los principales elementos que consideran los profesionales de la arquitectura bioclimática.

Estos elementos son una de las claves con las que cuenta el arquitecto para ofrecer confort respetando las condiciones ambientales y las particularidades del área de construcción.

Suelo

Es necesario aprovechar el efecto climático del suelo para disminuir e incluso retrasar las variaciones de temperatura que se producen durante el día. Por esa razón, muchos edificios basados en esta arquitectura se encuentran al nivel del suelo. Así aprovechan el calor y aíslan la construcción. Asimismo, se incorporan elementos de energía geotérmica para aprovechar estos recursos de una forma renovable.

Orientación

La orientación es otro factor que debe ser considerado. Afecta de forma directa la regulación de temperatura y tiene una influencia en el consumo energético. Por lo que orientar una construcción de forma adecuada, incluyendo elementos de sombra, permite controlar la variación de temperatura que se produce durante el día.

Materiales aislantes

Los aislantes, tanto térmicos como acústicos, deben ser sustentables. Por esa razón, se suele utilizar piedra, ladrillo y hormigón, entre otros materiales para el aislamiento general.

Ventilación

La ventilación es uno de los elementos más importantes, ya que influye directamente en el confort térmico de una construcción. Por lo general, se utilizan elementos mecánicos como los ventiladores que contribuyen a renovar el aire aumentando su calidad.

Principales desafíos

La arquitectura bioclimática enfrenta un gran desafío: demostrar que ofrece un beneficio financiero a un nivel tangible. Los diseñadores, por esa razón, deben considerar el clima, la vegetación, la geografía y la topografía para lograr un plan de construcción que dé como resultado un edificio cómodo tanto para habitar como para trabajar.

Para alcanzar esto es necesario contar con un nivel alto de conocimiento sobre la ganancia solar, los flujos de ventilación naturales, las soluciones de calefacción y el aislamiento. Es la única manera de aprovechar al máximo el poder de la naturaleza en beneficio de la construcción y el medio ambiente.

Es importante considerar que cada persona que utiliza un edificio tiene un efecto en el desempeño energético del mismo. Es, por eso, necesario proteger la construcción utilizando el aislamiento adecuado y practicando buenos hábitos. Los edificios bioclimáticos son una rama de la tecnología de construcción ecológica importante que puede reducir el consumo de energía mientras mejora la calidad de vida.

Conclusiones

La arquitectura bioclimática es un enfoque interesante al ofrecer diseños sostenibles que priorizan tanto el entorno natural como el bienestar de sus ocupantes. Cuando se consideran los factores como el clima, el suelo y la ubicación, este tipo de construcciones puede reducir de forma significativa el consumo de energía de sus habitantes y las emisiones de carbono.

Además, este tipo de arquitectura promueve una conexión entre los humanos y la naturaleza, creando edificios que se integran perfectamente en su entorno y promueven un estilo de vida saludable. Esto puede mejorar la salud mental y el bienestar de quienes habitan estos edificios, al igual que fomentar un aprecio del mundo natural.

A medida que la humanidad busca reducir los efectos del cambio climático y enfrentar el agotamiento de recursos, esta arquitectura se posiciona como una opción con un gran potencial para que las sociedades continúen desarrollándose de una forma sostenible e incluso más perecedera.