Una estimación de valor es una tarea compleja. El objetivo de una tasación es obtener información. Puede resultar una definición un tanto escueta o sesgada, pero en definitiva tasar se centra en ese concepto: captar más información.
En el último trimestre de 2019, el año entrante suponía un periodo de grandes oportunidades en todos los sectores de la economía, especialmente en el mercado inmobiliario. Las previsiones estaban llenas de optimismo, pues ya se había solventado cualquier problema derivado de la crisis financiera anterior y parecía que, a priori, los agentes involucrados en el sector inmobiliario habían aprendido de los errores previos.
El mundo empresarial, y el conjunto de todas las pequeñas y medianas empresas, es el motor de cualquier país. Las pymes y también los autónomos, por supuesto. Este gran porcentaje del conjunto del tejido empresarial que forman estos dos grupos es el que sostiene la economía local, regional y nacional pues supone una parte muy importante de la creación de valor.
Conocer el número de activos y su valor es una información que toda persona y empresa debería de tener.
Dentro del mercado inmobiliario conviven muchos agentes que se necesitan unos de otros para poder existir. Sin una inmobiliaria que venda sus pisos, una constructora no tiene mucho futuro, por poner un ejemplo claro y sencillo.
