Cada empresa es única, de eso no hay duda. Aunque existan cientos de negocios que se dediquen a lo mismo, a pesar de que ese concreto nicho sea muy específico, siempre habrá algo que diferencie a las empresas que compitan en él.

Una empresa es su historia. Su nacimiento, evolución y crecimiento. Su presente. Pero sobre todo es su futuro. Un futuro incierto y cambiante, pero con muchas oportunidades que aprovechar.

Como decimos, cada empresa es única como lo son las personas o los animales. Nuestra mascota se puede parecer a físicamente a otro miembro de su raza o en nosotros mismos, si nos comparamos con padres, hermanos o hijos podemos ver similitudes. Por tanto, lo que realmente nos diferencia de los demás, o lo que hace que nuestro perro sea único, no es el exterior, sino el interior.

Dejando al un lado el romanticismo con el que hemos comenzado, una empresa puede seguir ese mismo patrón de diferenciación. Es decir, muchas empresas se parecen, hacen lo mismo, tienen los mismos perfiles laborales, similares clientes, incluso mismos precios… Pero ¿son todas iguales? ¿Hacen internamente lo mismo? La respuesta es obviamente que no.

La singularidad de un negocio se sustenta básicamente en las personas que la conforman, ya no solo de los fundadores, sino de todos y cada uno de los miembros del equipo o equipos de trabajo. Y si cada persona es única, la suma de muchas personas también hace algo único.

Por eso una sociedad no vale lo mismo que otra. Independientemente de que se dediquen a lo mismo, fabriquen el mismo producto y los clientes sean exactamente los mismos. Por eso la valoración de un negocio es tan compleja y requiere conocer tantos detalles.

Valoración oficial de empresas

Datos económicos, información interna, recursos humanos, sector, ubicación, tipología de empresa, características legales de la sociedad… Podríamos seguir un buen trecho hablando de factores que influyen en el valor de una empresa.

Pero, obviamente, la información financiera de la sociedad es básica y fundamental para obtener un valor que se ajuste más a la realidad.

Volumen de ventas, resultados de ejercicios históricos, posibles deudas, inversiones, activos inmobiliarios, cartera de clientes, número de empleados o previsiones de futuro son algunos ejemplos de datos económicos y financieros que los tasadores de inmuebles deben conocer, comprobar y analizar para determinar el valor de cualquier compañía.

La tasación de una empresa recae siempre en un experto tasador homologado, pues para que sea oficial la valoración, tiene que estar avalada por el máximo organismo nacional: el Banco de España.

Tasación de negocios en Asturias

Si eres representante de una sociedad y necesitas obtener una tasación oficial de una empresa en Asturias para ampliación de capital, entrada de socios o para un proceso de compraventa, no dudes en contactar con Aesval.

Somos una sociedad de tasación homologada por el Banco de España y miembro de la Asociación Española de Análisis de Valor, AEV. Tenemos más de una década de experiencia en los procesos de tasación para negocios y una amplia red de maestros tasadores.

Como decimos, nuestro conocimiento del sector inmobiliario asturiano nos otorga una situación privilegiada para realizar un servicio completo a la hora de valorar una empresa.

Los principales valores sobre los que se asienta Aesval son la independencia, profesionalidad y lógica operativa en todos los procesos, decisiones y servicios, adaptándonos siempre a las necesidades de nuestros clientes.