¿La industria inmobiliaria está perjudicando al medio ambiente?
Cuando se habla del impacto humano sobre el medio ambiente se piensa enseguida en la industria petrolífera, la sobreexplotación de los recursos, la contaminación y las emisiones industriales de CO2 y otros gases de efecto invernadero, pero no se relaciona, al menos no de inmediato, con la industria inmobiliaria.
Sin embargo, el sector inmobiliario es responsable de varias actividades que impactan de forma negativa el medio ambiente, y que van desde el uso de recursos naturales y ocupación del suelo, hasta la contaminación del agua y del aire.
La impresión del sector inmobiliario sobre la naturaleza ha crecido de modo proporcional a la de la población humana, que actualmente se encuentra en torno a los 8.000 millones de personas.
A medida que se ha ido adquiriendo conciencia de los problemas ambientales que puede generar esta industria, se han tomado algunas medidas, como la certificación energética en España y la Unión Europea, o la certificación LEED, que se originó en Estados Unidos y actualmente se encuentra en un buen número de naciones.
Algunos ejemplos de impacto de la industria inmobiliaria en el medio ambiente
Sobreexplotación de recursos naturales
La madera y otros recursos vegetales se encuentran entre los primeros afectados por la industria inmobiliaria en la construcción de viviendas en gran parte del mundo.
Aunque muchos de estos materiales provienen de plantaciones en países de América, Asia y África, se sigue extrayendo este recurso de bosques naturales, contribuyendo de este modo a su desaparición.
Emisiones de gases de efecto invernadero
El sector inmobiliario incluye varias fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero: en la construcción y operación de edificios, por aspectos como la energía usada para calentar o enfriar los espacios interiores, o el consumo de energía eléctrica.
El sector inmobiliario consume el 60 % de la energía global, y en 2021 fue responsable del 37 % de las emisiones de CO2 relacionadas con la producción de energía.
Consumo de agua
Aunque el despilfarro y la contaminación del agua es mayor en otras ramas de la actividad humana, como la agrícola y la industrial, el sector inmobiliario también es responsable de un uso irracional y de la contaminación de grandes masas de agua dulce y salada.
Ya hay varias ciudades en el mundo, como Delhi, Ciudad de México, Shanghái, São Paulo, Montevideo y Caracas, entre otras, con graves problemas de agua, y que solo pueden ofrecer este servicio de forma interrumpida y con programas de racionamiento.
Cambios en el uso del suelo
El crecimiento urbanístico descontrolado, sumado al crecimiento mundial de la población, ha convertido suelos agrícolas y espacios naturales en zonas urbanas, lo que conlleva la pérdida de hábitats naturales, de zonas verdes y la afectación de cuencas hídricas, lo que puede llevar a inundaciones y a una mayor contaminación de suelos y aguas.
Algunas alternativas para reducir el impacto del sector inmobiliario
Afortunadamente, a pesar de estos desafíos al medio ambiente por parte de la industria inmobiliaria, también hay enfoques y políticas inmobiliarias que intentan reducir el impacto ambiental de esta industria, como el que impulsan certificaciones estatales y de ONG internacionales.
La certificación de eficiencia energética
La certificación de eficiencia energética, ahora obligatoria en España, es parte de una iniciativa que empezó en 2002, como componente de una política de la Unión Europea para reducir el impacto ambiental y el consumo de energía del sector inmobiliario.
Esta certificación busca hacer las viviendas más eficientes en el uso de recursos como el agua, el gas y la electricidad, y favorecer la construcción de edificios y viviendas sin fuga de energía y que utilicen energías alternativas.
Certificación LEED
La certificación LEED (Leadership in Energy & Environment Design, “Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental”) fue creada por el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos en el 2000, y desde entonces ha promovido el desarrollo de proyectos urbanísticos y la construcción de edificios sustentables en más de 160 países.
La certificación LEED busca promover, entre otros objetivos, edificaciones y proyectos urbanísticos que utilicen energías alternativas y sean autosostenibles; que promuevan el uso del transporte público y ecológico; un uso eficiente de la energía, que utilicen en su construcción materiales renovables o reutilizados, etc.
Otras alternativas en el sector inmobiliario
Además de iniciativas como la certificación LEED y la certificación de eficiencia energética, hay una tendencia mundial a promover nuevos modelos de desarrollo urbanístico, con una gestión más racional de recursos como el agua y el suelo, y con electricidad proporcionada por fuentes de energía limpias.