El avance de las nuevas técnicas y tecnologías dentro del sector de la construcción de inmuebles es más que palpable. Dentro de esta gran transformación tecnológica encontramos nuevos elementos que han venido para quedarse.

Hablamos, como no, de tecnologías como las impresoras 3D. La tecnología, investigación y desarrollo que hay detrás de estas máquinas capaces de plasmar diseños previos en tres dimensiones es abrumadora.

Lo que empezó siendo una tecnología para imprimir pequeñas piezas o elementos de objetos relativamente sencillos ha dejado paso a infinidad de aplicaciones en múltiples sectores. La construcción es uno de ellos, pero también lo son la arquitectura, la industria, la medicina o incluso el mercado de alimentos.

Quizá la más llamativa y la más relevante para la sociedad sea la utilización de esta tecnología como elemento clave en los trasplantes de órganos y en la implementación de prótesis. Gracias a estas nuevas técnicas de impresión se puede adecuar al milímetro cualquier órgano o parte del cuerpo que se quiera fabricar, adaptándose al paciente de manera casi mágica.

Aplicaciones de las impresoras 3D en la construcción

¿Se puede pasar de imprimir una pequeña maqueta de un edificio en una impresora 3D a la construcción de una vivienda? La respuesta es sí. Una afirmación condicionada al tiempo. Por ahora está en fase de desarrollo, pruebas e introducción paulatina.

Las impresoras 3D se utilizan ya hoy en día para la fabricación de ciertas piezas que complementan la construcción de algunos edificios nuevos, pero hasta que sea una técnica utilizada de manera constante y continua en el tiempo por parte de las constructoras aún queda mucho.

Aunque ya hay alguna prueba de 100% fabricación por impresión 3D de alguna vivienda en España, su uso sigue siendo residual hasta que no se perfile mucho más su adaptación al sector.

Pero analizando esa tecnología en profundidad, se pueden esperar grandes avances en el sector de la construcción. En un futuro próximo las aplicaciones de la impresión 3D en la construcción serán mucho más palpables y comunes, incluso se podrán construir edificios de manera estandarizada y efectiva.

Ventajas de la impresión 3D en la construcción

Pero como decimos, aún es pronto. Levantar un edificio es siempre una cuestión muy relevante, pues será el futuro hogar o lugar de trabajo de muchas personas. Por tanto, ha de cumplir una serie de estándares de seguridad y durabilidad que, por su propia naturaleza precoz, la tecnología basada en impresión 3D no posee.

Sin embargo, con el paso del tiempo, las mejoras en la tecnología y la especificación de las empresas de impresión 3D en el sector de la construcción harán posible que las ventajas propias de la técnica sean más visibles.

Una de sus principales ventajas respecto a los métodos tradicionales puede ser su reducción de tiempos. Hay que recordar que es un proceso mecánico, es decir, realizado por una máquina que no necesita descansar. Por tanto, no se ve afectada por paradas para comer, cambios de turno u otro tipo de condicionantes horarios. Puede trabajar, siempre con supervisión, durante las 24 horas del día.

Otra ventaja puede ser la medioambiental. Esta tecnología permite que el diseño digital previo sea exactamente igual a su recreación impresa en formato físico, es decir, no hay sobrantes. La máquina imprimirá los materiales necesarios para la impresión del diseño, ni más ni menos, es decir, lo justo y necesario.

Podemos ver que se reduce prácticamente al mínimo los residuos, escombros y restos derivados de la construcción de los edificios.

Además de lo anterior, el transporte de los materiales o elementos estructurales puede ser otro beneficio, pues la impresora puede instalarse en el terreno donde va a estar el edificio y comenzar así su impresión.

De momento es solo una tecnología incipiente en un sector muy tradicional, pero estamos seguros de que, poco a poco, irá calando entre los agentes inmobiliarios y constructoras.