El legado de Frank Lloyd Wright
Hay que ser muy grande para que más de medio siglo después de morir sigan hablando de ti. Si sigues siendo de actualidad de vez en cuando, es que tu legado sigue muy vivo.
Hay gente así. No mucha, pero por suerte hay personas extraordinarias que cambiaron, a su manera, los estándares previos y que crearon un nuevo mundo dentro de sus áreas.
En cada materia, rama del conocimiento o como la queramos llamar, existen mentes privilegiadas que, a lo largo de su carrera, han dejado una huella imborrable ya no solo en los estudiosos de su sector, sino en el mundo.
Las obras de Frank Lloyd Wright se conocen o, mejor dicho, se reconocen, por todo el planeta. Para los expertos en arquitectura, el señor Wright es un icono. Una figura única de una época pasada, pero que sigue muy presente en pleno siglo XXI.
Frank, americano, nacido el 8 de junio del año 1867 creció durante su infancia y adolescencia entre la naturaleza en Wisconsin. Esa relación que tuvo viviendo en una granja con su familia en sus primeros años de vida es sin duda un factor que influyó de manera directa en su obra.
Falleció el 9 de abril de 1959, y durante esos 91 años no dejó de crear cosas diferentes, únicas y realmente espectaculares.
La historia del precursor de la arquitectura orgánica
Este aclamado arquitecto a ojos alguien en el 2021 no fue ni por asomo un ídolo de masas en su época. Había contemporáneos, arquitectos con otras mentalidades, que no veían con buenos ojos las líneas maestras del estilo de Wright.
Parecía que no gustaba mucho esa constante unión con la naturaleza, esa transparencia que buscaba Frank en sus obras poniendo la luz natural en el foco y otros conceptos quizá demasiado avanzados para algunas mentes más ancladas en los tradicionales. En definitiva, Frank Lloyd Wright era un moderno
Pero hoy en día, con el paso de los años, vemos que creó un movimiento arquitectónico único. Una corriente que se ajusta más con una filosofía que con un estilo de diseñar casas. Pensó que la unión de la naturaleza y la convivencia humana en armonía era posible, igual que cuando era niño y vivía junto a su familia en la granja.
No es de extrañar que se haya convertido en el icono que es, pues su obra no es para menos. Se dice que creó más de 1.000 diseños que tan solo la mitad llegaron a completarse.
Su manera de entender un edificio era radicalmente transgresora. El diseño de los interiores de Wright no se basaba en cuartos cerrados y aisladas, sino todo lo contrario: espacios amplios e iluminados donde precisamente la luz es la protagonista. Wright le daba gran importancia a la luz natural, por eso en su obra el ventanal y el cristal son pilares principales.
Como gran genio, nada dejaba al azar. Los materiales de construcción también eran de gran importancia para que sus obras fueran únicas. También el mobiliario interior, las fachadas, tejados, porches… Todo con el objetivo de integrar las viviendas en el entorno en que se encuentran.
Un edificio, ya sea para vivir o para trabajar, es un lugar donde las personas pasan mucho tiempo al cabo del día y esa conexión con la naturaleza ha de estar presente.
Hoy se estudia la obra y legado de Wright como uno de los referentes y propulsores del estilo arquitectónico orgánico, del que ya hemos hablado en este foro. Así como un firme defensor del movimiento Prairie School.
Las obras más famosas de Frank Lloyd Wright
La vida dedicada a la arquitectura, al diseño y a la educación de Frank Lloyd Wright duró más de 70 años.
Siete décadas en la que existen obras icónicas y otras menos conocidas, pero de igual valor arquitectónico. Tal es la relevancia de este creador que, en el año 2019, la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, declaró ocho de sus obras como Patrimonio de la Humanidad.
- Museo Guggenheim de Nueva York
- Casa Taliesin West en Scottsdale
- Casa Frederick C. Robie en Chicago
- Casa Taliesin en Spring Green
- Casa Hollyhock en Los Ángeles
- Casa de la cascada en Mill Run
- Unity Temple en Oak Park
- La primera casa Herbert y Katherine Jacobs en Madison
Pese a que la casa de la cascada y el museo Guggenheim de Nueva York son, quizá, las obras de mayor relevancia Frank Lloyd Wright, que la UNESCO haya elegido ocho es sin duda un reconocimiento eterno para una de las mentes más divergentes de la época y de su profesión.