Si un sector en el que existan variedades en cuanto a perfiles laborales ese es el inmobiliario. Dentro del mercado de la vivienda y los diferentes activos inmobiliarios hay muchos y muy diferentes tipos de trabajo.

El que mejor conocemos es el de tasador. Y no un tasador cualquiera, un tasador homologado, igual que lo son todos y cada uno de los profesionales que valoran a diario activos inmobiliarios por toda España.

Ante la pregunta de cómo hacerse tasador homologado puede haber muchas respuestas, pero quizá solo una verdadera y es la formación adecuada y enfocada para ese determinado perfil.

Una persona que se dedique a la valoración económica de bienes y derechos, posee un perfil muy segmentado dentro del sector y por eso debe recibir la formación adecuada y precisa en determinados aspectos clave.

Es evidente que el conocimiento de la terminología, de las teorías y fundamentos del valor y de los conceptos cotidianos de cualquier tasación es fundamental, pero también lo es el uso de las modernas aplicaciones informáticas que acompañan a cualquier proceso de valoración.

Cualquier persona que se quiera adentrar en el mundo profesional de la tasación ha de conocer los tipos y métodos de valoración existentes para poder aplicar cada uno en su momento y forma adecuado.

Formación tasador homologado

Un buen tasador homologado para la realización de valoraciones de bienes y derechos sabe un poco de muchas cosas pues es su obligación para proyectar un valor lo más acercado posible a la realidad de mercado.

Conocimientos que posee un tasador homologado:

• Normativa urbanística
• Leyes actuales sobre urbanización
• Dominio de los términos del gremio
• Nomenclatura técnica
• Aspectos jurídicos de cada comunidad, incluso provincia, donde se encuentra el bien
• Conocimiento de estudios de mercado
• Conceptos arquitectónicos
• Métodos de valoración
• Dominio de aplicaciones y herramientas informáticas
• Fórmulas matemáticas financieras

Y, como bien está demostrado, la experiencia es un grado, pero esa capacidad la otorgan los años.

Cómo ser tasador homologado

Para pertenecer al grupo de tasadores homologados, como para casi todas las profesiones, la objetividad y la responsabilidad han de ser los dos pilares básicos donde se asiente una carrera laboral exitosa y próspera.

Independientemente de la formación de cada persona, la objetividad en la valoración de una casa, una finca rústica o una obra de arte es esencial para generar confianza entre la empresa tasadora y el cliente.

Desde el primer momento que se inicia la valoración hasta que se ofrece una cifra, pasando por todos los procesos intermedios de análisis, estudio de mercado, aplicación de herramientas informáticas y consultas varias, la profesionalidad y objetividad son lo más importante.

Un tasador ha de ser coherente con lo que analiza. La transparencia y la legalidad son básicos en un sector donde la confianza es la clave del éxito.

En Aesval llevamos una década aplicando estos valores a todas y cada una de las valoraciones que realizamos en múltiples ámbitos. Gracias a la cercanía y al trato humano nos hemos ganado la confianza de nuestros clientes.

Sin olvidarnos por supuesto de la sostenibilidad a la hora de trabajar, porque reducir la huella ecológica que dejamos con nuestras acciones es responsabilidad de todos.

Si estás interesado en conocer cómo ser tasador homologado y adentrarte en el mundo de la valoración urbanística te recomendamos que entres en AMATVAL. Se trata de una academia de maestros tasadores, certificadores y tramitadores que ofrecen un servicio de formación online enfocada a nuevos profesionales de la tasación y también a la mejora de los tasadores homologados.

Sin duda una bonita y enriquecedora profesión la del tasador, que proporciona su particular granito de arena en el gran y complejo sector inmobiliario otorgando cifras que hacen mover el mercado de la compra venta de todo tipo de inmuebles.

Aesval, como sociedad de tasación homologada por el Banco de España puede ofrecer a sus clientes la garantía de que sus valoraciones están avaladas por el organismo máximo dentro de la economía española.