¿Qué es la norma ISO y para qué se utiliza?
Las normas ISO forman parte de un conjunto de reglas internacionales que intentan estandarizar la producción de objetos y servicios para garantizar la calidad de los mismos.
La aceptación o aprobación de las normas ISO es una garantía de que el producto o servicio que se está comercializando cumple con determinados parámetros exigidos por aquel que realiza la compra.
Estos parámetros pueden ser técnicos, metodológicos, sociales, medioambientales, etc.; y son certificados por una organización no gubernamental, la Organización Internacional de Normalización (ISO, International Organization for Standardization).
En resumen, son normas creadas para ofrecer orientación a las empresas en torno a los distintos pasos que se dan al desarrollar un producto, de modo que se mantenga la calidad de este, siguiendo criterios compartidos con otras empresas del resto del mundo.
Breve historia de las normas ISO
En 1926 se realizó un primer intento por estandarizar las normas y protocolos de distintos productos y servicios, al crear la Federación Internacional de Asociaciones de Estandarización Nacionales (ISA), que suspendió sus funciones en 1942, debido a la Segunda Guerra Mundial.
Poco después de concluir la guerra, el Comité de Estándares de las Naciones Unidas (UNSCC) propuso un nuevo grupo de estándares internacionales, lo que condujo a una reunión con ISA en 1946, que concluyó con la creación de ISO.
¿Por qué ISO en vez de IOS?
Esta organización no gubernamental a la que actualmente están suscritos 164 países, se maneja con tres idiomas oficiales: inglés, francés y ruso. Para evitar diferentes siglas que hicieran confusa esta marca de calidad, se eligió el acrónimo ISO, que remite a la palabra griega isos (igual).
¿Para qué sirven las normas ISO?
Desde su fundación en 1946 se han elaborado y aprobado más de 23.000 estándares que abarcan los más variados aspectos de la actividad humana.
Las normas ISO sirven para elevar el nivel de calidad en la producción de un producto o servicio, sin importar el país donde se encuentre.
La marca ISO garantiza, en los diferentes intercambios que se producen, que los productos cumplan con los requerimientos establecidos en las normas, garantizando su calidad.
Cuando un empresario, productor o exportador busca certificar su producto con la marca ISO, se ve obligado a cumplir con una serie de pasos y requisitos, en los que será guiado por los representantes de esta organización en el país donde se encuentre.
Las normas ISO están relacionadas con la calidad del producto, también con el bienestar de los trabajadores, la gestión medioambiental, la seguridad de la información, la seguridad laboral, etc.
Hay que mencionar que estas normas no solo se aplican a empresas y a otros procesos de producción de mercancía y servicios; también hay normas ISO para la gestión estatal y de distintas instituciones, para el desempeño y el nivel académico de las universidades y hasta para las jerarquías militares.
Beneficios de las normas ISO
Intentar conseguir la certificación ISO en el campo donde se desarrolle la empresa proporciona múltiples beneficios:
- Las empresas se esfuerzan por mejorar sus procesos de producción, la condición de sus trabajadores y la protección del medioambiente.
- La certificación ISO aumenta el valor del producto o servicio, haciéndolo más competitivo.
- Las normas ISO ayudan a simplificar el proceso de toma de decisiones y contribuyen a hacer más eficientes los procesos de producción.
- Al contar con la certificación ISO, las empresas mejoran su percepción tanto en los clientes como en los empleados: saber que trabajas en una empresa cuya calidad se reconoce aumenta la autoestima de los trabajadores.
- La aplicación de los protocolos ISO facilita la toma de decisiones por parte de los cuadros directivos, al proporcionar más información sobre los distintos procesos de producción de la empresa.
- Las normas ayudan a satisfacer y dar respuesta a las necesidades de clientes que cada vez están prestando mayor atención a la forma de elaborar los productos.
- Facilitan la exportación de productos y servicios, al adecuarse a las normativas internacionales y contar con la certificación ISO como respaldo.
- La certificación favorece el acceso a otros segmentos del mercado, al garantizar la calidad del producto.
- La aplicación de normas ISO reduce los niveles de arbitrariedad en las empresas y permiten detectar más pronto las políticas equivocadas.
- Contribuyen a corto y medio plazo a mejorar la productividad y aumentar los beneficios.
Homologaciones Aesval
Aesval cuenta con diferentes homologaciones, como el Certificado internacionalmente por IQNet, la adhesión a las normas éticas IES y la homologación por parte del Banco de España desde el año 2010.
Además, contamos con nos normas ISO: la ISO 9001 de gestión de calidad y la 14001 de gestión medioambiental.
Certificación AENOR ISO 14001
Certificada por Aenor, de acuerdo con las Normas de Sistema de Aseguramiento en la Gestión de Ambiental: ISO 14001:2015 Con el numero: GA-2022/0100
Certificación AENOR ISO 9001
Certificada por Aenor, de acuerdo con las Normas de Sistema de Aseguramiento en la Gestión de Calidad: ISO 9001:2015 Con el numero: ER-0204/2022