Por un 2021 que nos regale salud y nos devuelva la ilusión
Se acerca el final de 2020 y como es tradición para todos toca mirar atrás y analizar todo lo posible lo que ha sucedido en los últimos 12 meses. Quizá este año con más detalle que otros, pues 2020 será siempre recordado como el año de la pandemia por COVID-19.
Hacer balance de este año es más difícil que nunca pues no tenemos ningún otro momento de nuestra historia reciente para hacer una comparativa.
La pandemia mundial por coronavirus que nos ha recogido en casa durante los primeros meses del año y que después, tras el desconfinamiento faseado no nos ha abandonado en ningún momento hace difícil encontrar un año tan negativo como este. Mascarilla, distancia interpersonal, hidrogeles y muchos más factores que nos han acompañado desde principios de este 2020 siguen con nosotros casi un año después. Y parece que no acabará pronto.
La incertidumbre nos sobrevuela más que nunca y mientras todos deseamos que 2021 sea el año de la normalización, muchos expertos auguran tiempos venideros más que complicados. No sabemos qué pasará en 2021, lo que sí sabemos es que tenemos que aceptar lo que venga y juntos intentar superar los problemas.
Como siempre, y eso es una característica intrínseca al ser humano, nos adaptamos. Nos adaptamos e intentamos sacar lo mejor de nosotros mismos para superar este momento que sin duda acabará más pronto que tarde.
La ciencia ha demostrado que puede, con investigación, inversión y trabajo se pueden conseguir grandes avances, pues nadie pensaba poder disponer de una vacuna contra la COVID-19 tan pronto. No es baladí pensar lo que se podría llegar a hacer si la apuesta por la investigación el desarrollo y la innovación fueran punta de lanza de los gobiernos de todo el mundo. La importancia de apostar por la innovación, el desarrollo tecnológico, científico y energético es sinónimo de progreso, ha quedado claramente reflejado durante este 2020.
Las empresas que llevan años preparándose para la era digital han podido sobrellevar los meses de confinamiento total de manera menos complicada que aquellas que no habían hecho los deberes y, deprisa y corriendo, han querido convertirse en sociedades digitales. Estamos en la era de Internet y la hiperconectividad, que nadie lo olvide.
2020 será también recordado por el más grande cambio en relación con el concepto de tipología de trabajo jamás visto desde la revolución industrial. El gran experimento de teletrabajo a escala mundial que hemos visto pone de manifiesto los estándares de los perfiles tradicionales, pues los trabajos que se han realizado en remoto durante estos meses han demostrado no bajar el nivel de productividad y el rendimiento, en muchos casos, ha sido mejor que si lo comparamos con el trabajo presencial. Por tanto, a partir de 2021 veremos sin duda que las empresas integrarán modelos híbridos de presencia en oficinas y teletrabajo como algo normal.
No queremos acabar este último artículo del año sin dar las gracias a todo el equipo de Aesval por el esfuerzo durante estos complicados meses. Como decimos, la flexibilidad es una de las características por las que destacan las empresas que prosperan y, en ese sentido, nos sentimos orgullosos de decir que nos hemos adaptado a las circunstancias de la mejor manera posible. Por supuesto, agradecer a las empresas y particulares que depositaron su confianza en nosotros durante 2020; nos mueve la satisfacción de nuestros clientes y por eso esperamos que 2021 sea el año en el que todo vuelva a la normalidad.
La apuesta por convertirnos en una empresa más digital y cercana a nuestros clientes sigue más activa que nunca. Estamos inmersos en diferentes proyectos que nos harán dar un paso adelante en nuestra transformación digital y también seguimos creciendo como equipo por todo el territorio nacional con el fin de mejorar nuestra red de colaboradores.
Todo el equipo de Aesval os desea un 2021 cargado de salud y buenos momentos. ¡Feliz Año Nuevo!