La energía eólica y su relevancia
En la búsqueda de un modelo energético más sostenible, la energía eólica se presenta como una gran alternativa para la reducción de gases de efecto invernadero.
Los beneficios que ofrece en diversos sectores la convierten en protagonista dentro de la transición energética del mundo actual, gracias a que permite aprovechar el viento para generar electricidad de manera amigable con el medioambiente.
Principales beneficios de la energía eólica
Dentro del sector energético, esta energía es clave para el cambio del modelo global, apostando por uno más limpio y sostenible, que sea igual de eficiente y accesible para todos.
La avanzada tecnología que se utiliza en los campos eólicos permite producir energía eléctrica económica, al mismo coste que la energía generada por el carbón o las centrales nucleares.
Entre los principales beneficios que ofrece esta energía, destacan su inagotable explotación, su bajo coste económico y su potencial expansión.
Energía inagotable
Se trata de una energía renovable, abundante e inagotable, disponible en todo el mundo. Al obtenerse del viento, siempre se contará con ella. Al tratarse de un tipo de energía cinética generada por las corrientes de aire, es totalmente limpia y nunca se acabará, en comparación con los combustibles fósiles.
Ocupa poco espacio
Además, esta energía requiere de menos terreno para producir y almacenar la misma cantidad de energía, a diferencia de la energía fotovoltaica. Incluso se pueden colocar las turbinas eléctricas eólicas en el mar para aprovechar los fuertes vientos.
Es una solución reversible, se puede desinstalar para restaurar con facilidad el territorio preexistente.
Coste económico
Hoy día las turbinas eléctricas eólicas y su mantenimiento resultan más económico. El coste por kW que genera es muy bajo en las zonas de mayor viento, siendo más barato que el coste de producción del carbón o de la energía nuclear.
No genera contaminación
La energía producida es totalmente limpia, ocupando el segundo lugar después de la energía solar. Esto gracias a que, en su proceso de generación, no realiza ninguna combustión.
Tampoco produce gases tóxicos o residuos sólidos, incluso las turbinas cuentan con un ciclo de vida de bastantes años, antes de que deban retirarse para su correcta eliminación.
¿Cuáles son sus aplicaciones?
La energía eólica es una fuente de energía que tiene diversas aplicaciones en la actualidad, principalmente en las zonas donde el viento fluye con mayor regularidad e intensidad.
La energía se utiliza en las aerobombas, permitiendo elevar el agua a través de ruedas de 6 a 15 álabes. Estas ruedas son capaces de bombear entre 500 a 600 litros por hora, una cantidad más que suficiente para cubrir las necesidades de explotaciones agrícolas de un tamaño moderado.
También se utiliza para producir energía por medio de aerogeneradores. Para esto, se instala una torre con un rotor de múltiples palas en la parte superior. Las palas se colocan en dirección al viento, mientras que el rotor actuará sobre un generador y así producir energía eléctrica.
Por otro lado, los aerogeneradores aislados son instalados en áreas aisladas donde no se cuenta con acceso a energía eléctrica, logrando potencias de 10 a 100 kW.
Otra de las aplicaciones es en las plantas eólicas. Conformadas por diversos aerogeneradores que alcanzan potencias unitarias cercanas a 2 MW.
Para aprovechar mejor esta energía, se están implementando modelos de equipos más compactos, de mayor durabilidad y con mantenimiento sencillo y económico, reduciendo el impacto ambiental que producen los aerogeneradores.
Además, se emplea para producir hidrógeno renovable con la corriente eléctrica continua que genera. Este hidrógeno se utiliza para la producción de ecocombustibles o combustibles sintéticos.
Un valor en crecimiento
Gracias a la energía eólica, el viento es un valor que está en crecimiento. Actualmente, es la segunda fuente de generación de electricidad en el mundo, quedando por detrás de la energía nuclear.
Para el 2030, se espera que la eólica sea la primera energía mix, dado que están en marcha diversos proyectos que aprovecharán los fuertes vientos en diversas regiones. Esto permitirá que la capacidad de almacenamiento anual en las baterías suba de 360 MW a 14.000 MW.
La popularidad de esta energía convierte al viento en un valor en constante crecimiento, siendo la mejor alternativa para impulsar con más eficiencia el uso de una energía renovable y sostenible.