Tasación de terrenos rústicos
Una estimación de valor es una tarea compleja. El objetivo de una tasación es obtener información. Puede resultar una definición un tanto escueta o sesgada, pero en definitiva tasar se centra en ese concepto: captar más información.
Hoy más que nunca la información otorga ventaja frente a otras partes interesadas, de ahí surge la complejidad de esa obtención de información.
Valoración de terrenos rústicos
Cuando una persona o una empresa necesita una tasación de un terreno rústico puede ser por muchos motivos que tienen que ver con diferentes aspectos, por ejemplo:
- Garantía Hipotecaria
- Procedimientos judiciales
- Presentación de documentación a organismos oficiales
- Periciales contradictorias
- Informes al catastro
- Temas asociados a urbanismo
- Expropiaciones
- Valoraciones fiscales
- Asuntos con el Registro Mercantil
- Gestión Patrimonial como pueden ser herencias, separaciones…
- Conocimiento valor de mercado de la finca
Para conocer realmente el valor de una finca rústica, se debe estudiar no solo el terreno y aquellos bienes o inmuebles que hay sobre él, sino también todos aquellos elementos que pueden incrementar o disminuir su valor. Analizar todos esos factores externos es básico para poder realizar una estimación lo más próxima a la realidad.
Usos de una finca rústica
La diferencia entre un terreno rústico y uno urbano se asienta bajo el concepto de urbanizable. En principio, y todo dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que estemos, no está contemplado en la Ley 8/208 de Suelo poder construir viviendas en un terreno rústico. Pero, evidentemente, hay más actividades que se pueden explotar para sacarle provecho a un pedazo de terreno de este estilo. Aunque siempre hay excepciones y, en algunas regiones, se permite construir viviendas si la finca no está muy alejada del núcleo urbano de la localidad.
Pero eso son excepciones, la estrategia normal si se quiere sacar rentabilidad a una finca rústica es apostar por un negocio vinculado con el sector primario. Un ejemplo muy claro es el uso de este tipo de terrenos para negocios agropecuarios, es decir, todas aquellas actividades que engloban los sectores de agricultura y ganaderos.
Desde cultivar árboles frutales hasta explotaciones porcinas, pasando por cultivos de colmenas, invernaderos, cultivos industriales o cualquier granja animal. Todas estas actividades pueden realizarse dentro de los límites de una finca rústica. También se pueden rehabilitar o reformar construcciones antiguas.
Aesval, sociedad tasadora de terrenos rústicos
Como se puede ver, existen muchos elementos que influyen en la tasación de una finca rústica. La experiencia, el estudio de la materia y las herramientas que utilizan los expertos tasadores que forman parte de Aesval son la mejor de las garantías para asegurar, de forma objetiva y transparente, una estimación de valor veraz de un terreno rústico.
Al principio comentábamos la dificultad que implica cualquier tipo de tasación. El de las fincas no es ni mucho menos un proceso sencillo, pues como hemos visto, se dan muchos factores que influyen directamente en el valor total del terreno.
Una petición de un cliente de una tasación sobre un terreno rural sin ningún tipo de construcción previa o actividad agrícola puede resultar más compleja que una que tenga, por ejemplo, una explotación bovina. Pues dentro del informe de valoración se deben tener en cuenta no solo lo estrictamente vinculado al terreno, sino los factores externos que influyen de manera muy relevante en el valor de mercado del mismo.
Por suerte, nuestra red de maestros tasadores tiene amplia experiencia dentro de la tasación de terrenos rústicos aspecto que, unido al saber hacer, a los procedimientos y a las herramientas tanto internas como externas que contamos en Aesval, permiten ofrecer un servicio de tasación de calidad.