¿Qué es el paisajismo?
En este foro ya hemos hablado largo y tendido de lo que significó el movimiento orgánico dentro de la arquitectura y de su impacto en la historia.
Y es que la base de la arquitectura orgánica hoy en día cobra más fuerza que nunca. Se habla de sostenibilidad y de materiales amigables con el medioambiente, pero hace décadas, los pioneros en este estilo de construir viviendas entendieron perfectamente unas necesidades que no eran de su época.
Cuando surgió el movimiento había leves indicios de lo que podría pasar con el cambio climático y sus consecuencias, pero nada que ver con lo que sabemos hoy en día. Nuestra sociedad avanza dentro de una cuenta atrás hacia un punto de no retorno. Las necesidades de construir y de vivir cada vez más armoniosas con el medioambiente crecen en relevancia.
De ahí que cada vez más surjan modelos, diseños e ideas de cómo integrar la naturaleza en los proyectos arquitectónicos.
Arquitectura de paisaje: ¿qué es?
La arquitectura de paisaje es una disciplina que busca integrar la naturaleza en los proyectos arquitectónicos, creando un equilibrio entre la construcción y el entorno natural. Siendo esta unión no solo relevante para el medioambiente, sino también para mejorar la calidad de vida de las personas que vivirán en él.
La arquitectura de paisaje es importante por varias razones. En primer lugar, contribuye a la conservación de la biodiversidad y del medioambiente, ya que se utilizan técnicas y materiales sostenibles que minimizan el impacto negativo de la construcción en el entorno.
En segundo lugar, la arquitectura paisajística mejora la calidad de vida de las personas, ya que proporciona un entorno agradable y relajante donde las personas pueden disfrutar de la naturaleza. Además, los proyectos de arquitectura de paisaje suelen ser más eficientes en términos energéticos, ya que utilizan la luz del sol y la brisa para iluminar y ventilar los edificios de forma totalmente natural.
Cómo integrar la naturaleza en la arquitectura
Lo que Frank Lloyd Wright quiso hacer durante el siglo XIX, con la arquitectura orgánica era integrar las estructuras, las construcciones, los hogares dentro de la naturaleza. Su objetivo era que no se supiera distinguir los límites de lo hecho por el hombre y lo natural.
Aquí, dentro de lo que se conoce como arquitectura de paisaje, es al revés. Ahora es la naturaleza la que tiene que integrarse dentro de lo urbano. La necesidad de “desurbanizar” las ciudades para dotarlas de zonas abiertas, verdes y donde se la naturaleza tenga su protagonismo surge ante la imperiosa necesidad de abandonar el modelo de construcción tradicional y masivo.
Pero ¿cómo conseguirlo?
Pues, por ejemplo, con jardines verticales. Este tipo de jardinería es una excelente manera de integrar la naturaleza en la arquitectura, ya que ocupan poco espacio horizontal y de base y, además, son muy decorativos y atractivos a la vista. Son buenos para la decoración, pero también para nuestro día a día, ya que ayudan a purificar el aire y a reducir la temperatura en el interior de los edificios.
Siguiendo con la línea de los jardines verticales, otro concepto que puede ser interesante de mencionar son los llamados techos verdes.
Los techos verdes son una forma de aprovechar el espacio disponible en la parte superior de los edificios para crear jardines y huertos urbanos. Estos techos verdes ayudan a reducir el impacto ambiental de la construcción y a mejorar la calidad de vida de las personas, dotando a un entorno urbano de colores, olores y beneficios propios de lugares más naturales. Además, hay muchas opciones y alternativas si se opta por instalar un techo verde.
Otros elementos que no pueden faltar en el paisajismo son, por ejemplo, aquellos que se basan en un elemento esencial: el agua.
Las piscinas y las fuentes son elementos que añaden un toque natural y relajante a los proyectos de arquitectura de paisaje. Además, son muy buenos para reducir el ruido molesto y constante de las ciudades.