Huella digital, su importancia en el futuro
Se denomina huella digital al rastro que deja cada usuario a su paso por algunas de las plataformas de internet.
Son partes de la huella digital de una persona, los datos que proporcionas al hacer una compra digital, las condiciones que aceptas al entrar en determinadas páginas, las fotografías y comentarios que se colocan en las distintas redes sociales, los likes y el uso de determinados emoticones.
Nuestra actuación en las redes deja un rastro al que pueden acceder personas ajenas a nuestro círculo de amistades o familiares, y pueden servir como fuente de información para extraños.
Cada vez son más las empresas que revisan la huella digital de los futuros empleados, para saber si estos encajan en el perfil de cargo para el que están optando, y para evitar personalidades potencialmente conflictivas.
Tipos de datos que componen la huella digital
Estos son algunos de los datos e información personal que puedes haber dejado en las redes y que son parte de tu huella digital:
- Datos públicos: nombres y apellidos completos, documento de identidad, declaraciones de impuestos, facturas de servicios, copias del currículo, etc.
- Datos personales: fotografías, vídeos, comentarios personales, colocados por ti o por otros usuarios con los que compartes las redes.
- Gustos y tendencias: cada vez que marcas con un emoticón un artículo o algún producto que se comercializa en internet; cuando haces un comentario y opinas en distintas plataformas; cada vez que aceptas cookies, o que accedan a tu dirección IP.
- Contactos personales: redes en general, con quién compartes distintas plataformas.
- Datos personales proporcionados a entidades financieras, tiendas o servicios de entregas a domicilio, etc.
La huella digital y tu futuro laboral
Aunque en España hay una Ley de Protección de Datos, hay mucha información sobre nosotros que proporcionamos de forma voluntaria, que puede servir a profesionales de recursos humanos para hacerse una idea de quién eres, tus gustos, opiniones y rasgos de carácter.
Todos conocemos historias de artistas y personajes públicos que se han visto asediados y hasta “cancelados” por comentarios, opiniones o algún chiste subido de tono hecho hace años. Eso es lo que puede hacer una huella digital.
Los empleadores pueden acceder a tus fotografías y comentarios hechos en redes sociales (es posible que en algunos casos pidan tu consentimiento), y esa parte de tu vida, que no es tan privada, puede influenciar la decisión de los empleadores.
Debemos estar conscientes, sobre todo en el caso de plataformas como Facebook, Instagram o Twitter, que casi todo lo que colocamos en internet permanece por mucho tiempo y que cualquier cosa que hayamos dicho, como dicen en las series y películas estadounidenses, puede ser “usado en nuestra contra”.
Gran parte de lo que hacemos en las redes termina por ser parte de nuestra identidad digital.
Recomendaciones para proteger tu huella digital
Actualmente, hay empresas que trabajan borrando o corrigiendo la huella digital de personas y empresas, pero puede ser costoso y no siempre es posible eliminar información que otros hayan escrito sobre nosotros.
Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para proteger tu identidad digital y para mantener un perfil público que no te perjudique a la hora de buscar trabajo:
- Revisa la configuración de privacidad de tus principales cuentas y redes sociales.
- Haz limpieza periódica: no puedes borrar lo que han escrito los demás sobre ti, pero sí lo que colocas en tus espacios, en redes sociales, foros, webs…
- No compartas imágenes de tu vivienda ni expongas información personal delicada.
- Utiliza contraseñas seguras y cámbialas cada cierto tiempo.
- Evita los discursos de odio, puedes expresar tu opinión sin necesidad de ser vehemente o parecer agresivo. Recuerda que es parte de tu perfil.
- Reduce al mínimo la exposición: elimina las cuentas que ya no utilices y lleva un mejor control de lo que estás usando.
- Recuerda que son parte de nuestro perfil no solo las imágenes y los comentarios que hacemos, también los artículos, memes y vídeos que compartimos (es mucho lo que pueden revelar sobre nuestro carácter).
No es cuestión de volverse aislados o antisociales, pero debemos ser conscientes de que nuestra exposición en internet ahora constituye parte de nuestra vida pública, una parte de nosotros que exponemos al mundo, y que, por lo tanto, debemos cuidar.